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Undiano Mallenco y Bernardino González debatieron de fútbol en el Verbum en la apertura de la Vigo Cup

vigo-cup-2009-charla-undianAnte medio centenar de asistentes, los colegiados internacionales Alberto Undiano Mallenco y Bernardino González protagonizaron hoy en el museo Verbum una charla-coloquio próxima a los ochenta minutos de duración en la que, con un ritmo trepidante de exposición de anécdotas y vivencias, resumieron su trayectoria en el mundo del arbitraje, sobre el que además mantienen que “no interesa” fuera de los propios círculos arbitrales o salvo cuando son blanco de las críticas.

Ambos árbitros, del colegio navarro y gallego, respectivamente, acudieron a Vigo invitados por la Fundación Vigo en Deporte, como acto previo a la novena edición de la Vigo Cup, el torneo internacional de fútbol base que organiza VIDE con el apoyo, entre otros, del delegado de árbitros de Vigo, Fernando Iglesias, presente en el coloquio al igual que Laura Magdalena, gerente de la fundación. La Vigo Cup comienza el próximo día 29.

Undiano Mallenco (Pamplona, 1973) y Bernardino González (Frankfurt, 1966) entraron en el colegio de árbitros de una forma similar, a través de un amigo o conocido y diciendo a la primera oferta “¿estás loco? Eso no me gusta”, pero ambos se quedaron. “Debuté con dos partidos y aún me acuerdo: acabaron 1-11 y 0-16, es decir, sin dificultades, pero me gustó mucho y…”, sostiene el árbitro ourensano.

Para ambos, el arbitraje “es una experiencia que te forma como persona y te ayuda a afrontar situaciones difíciles de la vida cotidiana; te acostumbras al verte solo en el campo”, explica Bernardino González. Undiano Mallenco recuerda situaciones como “cuando ibas a pitar a un pueblo, sin asistentes y donde todo el mundo te intenta engañar; es un ejercicio de madurez personal”, dice. “Ser árbitro te da temple, tranquilidad y cantidad de amigos”, asegura González Vázquez.

El árbitro navarro, en la preselección de 38 jueces de campo para el Mundial de Sudáfrica 2010, dijo que ir al Campeonato del Mundo “es una posibilidad superbonita” y se mostró autocrítico con su trabajo: “Hay que ser exigente y estar superconcentrado”. En Primera División con 26 años e internacional a los 30, “lo que no es habitual”, Undiano Mallenco se resistió a dar a su gremio la importancia que la opinión pública le adjudica (“las estrellas son los futbolistas”, dice), aunque también advirtió a los árbitros vigueses que “fui cabezón, trabajé duro y tuve un puntito de suerte”. Tanto él como González consideran que su paso más complicado fue “el salto de Segunda B a Segunda, porque ascendían cuatro o cinco de 140”. El pamplonica reconoció que sólo se tomó “en serio” el arbitraje “en Tercera División, cuando el presidente del comité navarro me metió en el despacho” y le habló de que tenía cualidades y que debía elegir el camino.

Ambos árbitros se sometieron a una batería de preguntas por los asistentes, de las que extraemos algunas de las respuestas.

Impacto de la televisión. “Quienes somos personas públicas tenemos que ser un ejemplo, al igual que los jugadores. ¿Ven cómo celebran los niños los goles? Porque lo ven en la televisión. Los niños son esponjas y repiten lo que ven. De hecho, ya se están tirando igual que en Primera, dice Undiano. “Admiramos a muchos futbolistas porque son grandísimos jugadores, pero alguno en cambio no es un buen ejemplo para la sociedad”, reconoce Bernardino.

Prestigio internacional. “Fuera se nos respeta más. Y fíjense en los jugadores cuando juegan en la Liga o en competiciones europeas o de selección. Se comportan mejor. ¿Por qué? La diferencia está en las sanciones, que en Europa son muy duras y el jugador tiene miedo”. Bernardino apuntilla gráficamente la exposición de Undiano: “¿Por qué vamos más despacio en autopista? Porque ahora Tráfico sacude…”. Además, ambos confiesan que cuando viajan fuera “se alegran de que les pitemos porque un árbitro español es sinónimo de garantía; es más fácil arbitrar fuera”.

Apoyo tecnológico. Ambos se mostraron partidarios de mejoras, aunque Bernardino no acaba de ver una opción como el “ojo de halcón” (tenis). “¿Cuántas veces lo utilizas? ¿Haces esperar 30 segundos o más a un estadio con 80.000 espectadores? Él y Alberto Undiano se mostraron partidarios de seguir buscando una solución para saber si el balón ha entrado y ha sido gol. “El chip se ha probado con bastante éxito, pero cuesta 600.000 euros. En Primera bien, pero ¿cómo asume el resto de categorías ese precio? Undiano contó una anécdota con un miembro del International Board, el organismo que vela por las reglas del fútbol. “Me dijo que reciben cientos de cartas de todo el mundo para cambiar normas, pero que, siendo el fútbol universal, ¿por qué lo van a tocar? Hay que respetar su esencia, me decía, porque así ha llegado a ser el deporte rey”.

Relación con la prensa. Undiano Mallenco reconoció que a los árbitros españoles les falta dar un paso a la hora de defenderse y salir los medios de comunicación con cierta naturalidad para que su opinión también sea escuchada. “Hasta ahora, parece que quien calla otorga”, dice Alberto Undiano, aunque no sea así. Su miedo, que pueda generarse una espiral de “polémica” si luego contesta un jugador. Bernardino González apuntó que eso ya ocurre en la Bundesliga. Ambos aseguraron que lo que les molesta “es que en los medios de comunicación se nos acuse de equivocarnos queriendo”. Y reconocieron que las campañas mediáticas son ”tremendas”, aun admitiendo que los periódicos “son empresas privadas que funcionan en base a su cuenta de resultados”.

¿Primera o Regional? “Sin duda, es más fácil arbitrar en Primera División, porque la jugada se ve con más nitidez. No obstante, para ellos el mejor árbitro “es el que aguanta mejor la presión mediática”.

Los jugadores y el reglamento. Aunque reconocieron que hay jugadores que sí se lo conocen, al colectivo arbitral le consta que otros ni se lo han leído. “Si juegas al mus tienes que saber las reglas, ¿por qué no los jugadores de fútbol?”, sostuvo Bernardino. Ambos colegiados apuntaron que ése no es el caso de los entrenadores, pues todos ellos están obligados a saberse el reglamento.

El concejal de Deportes, Xabier Alonso, además presidente de la Fundación VIDE, cerró el acto felicitando el talante de ambos árbitros, su visión del fútbol y, sobre todo, la proximidad demostrada durante la charla-coloquio en pro de los árbitros vigueses. Además, el edil nacionalista recordó la importante labor que el Concello desarrolla con el torneo de base Vigo Cup, con árbitros locales.